🌙 Introducción
Cuando el sol aprieta y el cuerpo pide algo fresco y chispeante, este Sorbete de Kiwi a la Sidra es la respuesta perfecta. Refrescante, frutal, con el toque ácido del kiwi y el burbujeo alegre de una buena sidra bien fría, este sorbete se convierte en el protagonista de las sobremesas estivales. Ideal para disfrutar en una terraza con amigos o como broche ligero y sabroso tras una comida o cena de verano, esta receta es rápida de preparar, llena de sabor y con un puntito astur que le da carácter.
📝 Ingredientes (para 4 personas):
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4 kiwis maduros
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200 ml de sidra natural (fría)
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100 ml de agua
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80 g de azúcar
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Zumo de ½ lima (opcional, para acentuar el frescor)
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Hojas de menta fresca (para decorar)
👨🍳 Elaboración:
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Pelar y trocear los kiwis. Retira la piel y córtalos en dados. Resérvalos.
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Preparar el almíbar. En un cazo, calienta el agua con el azúcar hasta que se disuelva por completo. Retira del fuego y deja enfriar.
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Triturar la mezcla. En el vaso de una batidora, mezcla los kiwis con el almíbar frío y el zumo de lima (opcional). Tritura hasta obtener una mezcla homogénea.
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Añadir la sidra. Incorpora la sidra fría a la mezcla y remueve bien.
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Congelar.
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Opción con heladera: Vierte la mezcla en la heladera y sigue las instrucciones del fabricante.
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Opción sin heladera: Coloca la mezcla en un recipiente metálico o de cristal y congélalo. Cada 30 minutos, rasca con un tenedor para romper los cristales de hielo, repitiendo el proceso unas 3-4 veces hasta obtener textura de sorbete.
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Servir. Sírvelo en copas frías o vasitos, decorado con hojas de menta y, si lo deseas, una rodaja fina de kiwi.
🥃🥂 Maridaje:
Este sorbete puede servirse solo como postre o acompañado de un chupito de licor de manzana para potenciar el carácter frutal. Otra opción refrescante es combinarlo con una copa de cava brut bien frío, que realza los matices de la sidra y el kiwi.
🎶 Sugerencia Musical:
🎸 Canción: "Mean Blues" de Floyd Lee & His Mean Blues Band
🎧 Spotify-Playlist: Noches De Blues EMC
El contraste entre la frescura del sorbete y la intensidad del blues crea una experiencia única: la chispa del kiwi y la sidra baila en el paladar al mismo tiempo que el ritmo profundo de Floyd Lee acaricia los sentidos. Un maridaje que convierte el verano en pura emoción con sabor y música.

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