🧾 Introducción
Este postre es una celebración de la primavera en capas: una base crujiente de galletas, crema de queso sedosa y fresas naturales coronadas con menta fresca. Todo presentado en vaso para lucir los colores de la temporada y facilitar el servicio. Su sabor fresco y equilibrado es la forma ideal de cerrar un menú alegre y ligero, acompañado de una melodía íntima y poderosa como la versión acústica de Everlong.
Ingredientes (para 4 vasos):
📌 Base:
- 100 g de galletas tipo Digestive o María
- 50 g de mantequilla derretida
📌 Crema:
- 250 g de queso crema (tipo Philadelphia)
- 150 ml de nata para montar
- 2 cucharadas de azúcar glas
- 1 cucharadita de extracto de vainilla (opcional)
- Ralladura de medio limón (opcional)
📌 Capa superior:
- 200 g de fresas frescas
- 2 cucharadas de azúcar o miel
- 1 chorrito de zumo de limón
- Hojas de menta fresca para decorar
👨🍳 Preparación:
-
Prepara la base:
Tritura las galletas y mézclalas con la mantequilla derretida. Reparte en el fondo de los vasos presionando ligeramente. Reserva en la nevera mientras preparas la crema. -
Haz la crema de queso:
En un bol, bate el queso crema con el azúcar glas, la vainilla y la ralladura de limón si usas. Aparte, monta la nata bien fría y luego incorpórala con movimientos envolventes. Reparte la mezcla sobre la base de galletas y deja reposar en la nevera al menos 2 horas. -
Prepara las fresas:
Lava, seca y corta las fresas en cuartos o láminas. Mézclalas con el azúcar o miel y el zumo de limón. Deja macerar 15-20 minutos. -
Monta el postre:
Justo antes de servir, reparte las fresas maceradas sobre la crema en los vasos y decora con una hoja de menta fresca.
🍸🍷 Maridaje:
-
Cóctel de cava rosado: cava rosado con hielo picado, unas fresas y un toque de licor de fresa o grosella. Fresco, burbujeante y festivo.
-
Vino dulce Moscatel: sus notas florales y frutales armonizan con el dulzor natural de las fresas y el cremoso del queso.
🎶 Sugerrencia Musical:
🎸 Canción: “Little Red Rooster” de Willie Dixon
🎧 Spotify-Playlist: Noches De Blues EMC
Una versión íntima y emocional que acompaña la suavidad del postre sin robarle protagonismo. Como una caricia sonora que cierra con elegancia un almuerzo primaveral.







