📜 Introducción
En los pueblos del Andévalo onubense y algunas zonas de Extremadura, la Semana Santa no solo huele a incienso, azahar y tradición, también huele a anís, a limón y a dulces que se fríen con mimo y se espolvorean con azúcar como se espolvorea el cariño en una receta familiar. Hoy traigo uno de esos tesoros escondidos de la repostería popular: los Engañabobos, un bocado humilde, sencillo y deliciosamente crujiente, perfecto para la merienda o la sobremesa de estos días santos.
Su nombre tan pintoresco viene del juego de apariencia que hacen: parecen pastelitos de hojaldre rellenos… pero ni son de hojaldre ni tienen relleno. Eso sí, lo que sí tienen es ese inconfundible sabor a anís que recuerda a las rosquillas de toda la vida, a los dulces que se hacían sin prisas en casa, con aromas que llenaban la cocina. Son perfectos para compartir en familia, al calor del café o de una infusión, mientras suena música de Semana Santa y se respira recogimiento.
📝 Ingredientes (para unas 20-25 unidades):
- 200 g de harina de trigo
- 75 ml de aceite de oliva virgen extra
- 55 g de azúcar
- 40 ml de vino blanco
- 1,5 cucharaditas de anís en grano
- Una pizca de sal
- La piel de un limón (solo la parte amarilla)
- Abundante aceite de girasol para freír
- 3-4 cucharadas de azúcar para espolvorear
👩🍳 Preparación:
1. Aromatizar el aceite
- Lava el limón y corta su piel evitando la parte blanca.
- En un cazo, calienta el aceite de oliva con la piel de limón y el anís en grano.
- Deja que chisporrotee a fuego medio-bajo unos 5 minutos, hasta que la piel del limón empiece a dorarse.
- Retira del fuego y deja que se temple. Cuela el aceite y reserva.
2. Hacer la masa
- Tamiza la harina en un bol amplio. Añade el azúcar, una pizca de sal y mezcla.
- Agrega el vino blanco y 5 cucharadas del aceite aromatizado templado.
- Mezcla con una espátula y después amasa con las manos hasta obtener una masa suave y homogénea.
- Si está muy seca, añade un poco más de vino.
- Deja reposar 15 minutos tapada.
3. Dar forma a los engañabobos
- Estira la masa con rodillo hasta un grosor de 3-4 mm.
- Recorta los bordes para obtener un rectángulo limpio.
- Corta en cuadraditos de 3-4 cm de lado. Une los recortes y repite.
4. Freír
- Calienta abundante aceite de girasol en una sartén.
- Cuando esté bien caliente, fríe los cuadraditos por tandas, dorando por ambos lados.
- Retíralos a papel absorbente.
5. Rebozar
- Mezcla el azúcar con la canela en un plato hondo.
- Reboza los engañabobos aún templados en esta mezcla.
- Deja que enfríen completamente antes de servir.
🍵☕ Maridaje:
Una infusión de anís estrellado y piel de naranja, que potenciará los aromas del dulce sin robarle protagonismo. También puedes acompañarlos con un café de puchero, al estilo tradicional, para una experiencia más auténtica y de sobremesa larga.
🎶 Sugerencia Musical:
🎺🥁 Canción: “A Ti...Manué” de la Banda De Música Vigen De Las Mercedes
Una de las marchas más emblemáticas y conmovedoras de la Semana Santa andaluza. Su melancolía y solemnidad acompañan a la perfección la degustación de estos dulces tradicionales, evocando los pasos por las calles empedradas, el murmullo de la gente y la cadencia del tambor.
Apunta bien esta receta si eres de los que creen que la merienda es un ritual, porque estos engañabobos te van a robar el corazón… y el azúcar del plato.

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