📜 Introducción
Los Rubiols son unos dulces típicos de Mallorca que se elaboran tradicionalmente durante la Semana Santa. De masa fina y relleno suave, pueden encontrarse con confituras, requesón o crema, siendo un reflejo delicioso de la repostería balear. Esta receta es un homenaje a la tradición, ideal para compartir en familia durante estos días de reflexión y celebración.
📝 Ingredientes (para 12-14 rubiols aprox.):
📌 Para la masa:
- 100 ml de aceite de oliva suave o girasol
- 100 ml de zumo de naranja natural
- 100 ml de leche entera
- 1 huevo
- 500 g de harina (aproximadamente)
- 75 g de azúcar
- Ralladura de 1 limón
- 1 cucharadita de vainilla (opcional)
📌 Para el relleno (elige uno o combina):
- Cabello de ángel
- Mermelada de albaricoque, ciruela o fresa
- Requesón azucarado con ralladura de limón y canela
📌 Para espolvorear:
-
Azúcar glas al gusto
👨🍳 Elaboración:
-
Preparar la masa:
En un bol grande, mezcla el huevo, el azúcar, el aceite, el zumo de naranja, la leche y la ralladura de limón. Añade la harina poco a poco, amasando hasta obtener una masa suave, elástica y que no se pegue a las manos. -
Reposar la masa:
Cubre con un paño y deja reposar unos 20-30 minutos a temperatura ambiente. -
Formar los rubiols:
Estira la masa con un rodillo sobre una superficie enharinada hasta que tenga unos 2-3 mm de grosor. Corta círculos con un cortapastas grande o un bol. Coloca una cucharada de relleno en el centro de cada círculo. -
Cerrar y sellar:
Dobla el círculo por la mitad formando una media luna. Sella bien los bordes con un tenedor. -
Hornear:
Coloca los rubiols en una bandeja con papel vegetal y hornea a 180 ºC (precalentado) durante 20-25 minutos, o hasta que estén ligeramente dorados. -
Espolvorear:
Una vez fríos, espolvorea con azúcar glas al gusto.
🍷🍵 Maridaje:
Vino dulce moscatel o una infusión de anís y hinojo, suave y digestiva, ideal para acompañar el dulzor de los rubiols sin robarles protagonismo.
🎶 Sugerencia Musical:
🎸 Canción: “Vivo Sin Vivir En Mi” de Amancio Prada
Esta emotiva pieza basada en el poema de San Juan De La Cruz conecta el alma de la Semana Santa con la tradición poética y musical. Su solemnidad y belleza acompañan a la perfección la elaboración o degustación de estos dulces.

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